Final Fantasy XIII-2 no es un juego que lo tenga fácil, demasiadas fueron las personas que se sintieron totalmente decepcionadas con Final Fantasy XIII, así que uno acoge la segunda parte de la decimotercera entrega de la serie de Square con algo de escepticismo. La última vez que se lanzó una secuela directa de un Final Fantasy el resultado no fue el esperado, veremos si han aprendido de los errores del pasado y Final Fantasy XIII-2 está a la altura de lo que se espera de una de las sagas más legendarias del mundo del ocio electrónico.




Argumentalmente nos encontramos con una secuela directa del anterior título, así que lo idóneo es haber acabado Final Fantasy XIII, si no es el caso, porque no lo jugaste o porque simplemente no aguantaste hasta el final, el juego trae un completo resumen de lo acontecido en aquella entrega. Al contrario que en otros Final Fantasy el argumento se centra en solo dos personajes, Serah y Noel, que viene de un futuro muy poco esperanzador, y en sus epopeya a lo largo del tiempo para salvar su mundo de la destrucción, no me gusta desvelar detalles del argumento de los juegos, pero es necesario deciros que los viajes en el tiempo, a través de las distintas épocas en las que se desarrolla el juego, es la piedra angular de la historia y dará lugar a recuentros emotivos que encantarán a los fans del anterior título.

Así que tras un pequeño prólogo nos encontramos una especie de "hall" llamado la corriente del tiempo, en el cual podemos acceder a las distintas épocas que vamos desbloqueando en el juego. El modo de desbloquear cada época se hace a través de portales, estos portales necesitan ser activados con unos "artefactos" que vamos consiguiendo a lo largo de la aventura. Generalmente la estructura del juego se basa en llegar a una época que está afectada por una paradoja temporal y conseguir los artefactos necesarios para resolverla para poder continuar con nuestra aventura. Los artefactos se consiguen mediante la exploración y realizando algunas tareas, sin dejar de ser un juego bastante lineal la capacidad de moverte por los escenarios es muchísimo mas amplia que en el anterior título con zonas mucho mas abiertas y que invitan a ser exploradas.


En algunos momentos el desarrollo de la aventura se torna algo confuso con el ir y venir por las distintas épocas, en ocasiones no tendrás muy claro lo que debes hacer para avanzar y se puede tornar algo frustrante. Aunque no es la norma ni mucho menos sí parece algo anticuado tener que visitar zonas "a boleo" hasta encontrar el camino adecuado, en cualquier caso es preferible a la extrema linealidad de la anterior entrega, un pasillo enorme en línea recta. También de vez en cuando tendremos ocasión de influir en las conversaciones y en las decisiones de manera algo tímida, tan tímida que se lo podrían haber ahorrado, y resolver pequeños puzzles en una especie de tablero dimensional.

Los combates se mantienen igual que en el anterior título, para los que no lo hayáis jugado os diré que son combates aleatorios en los que se actúa con comandos, pero a diferencia de en otros JRPG se desarrollan en tiempo real. Las ordenes las damos mediante la barra BTC, que es una barra de tiempo dividida en segmentos que se va llenando poco a poco, empezamos con una barra de 3 segmentos que se puede ir ampliando hasta 5, depende del comando que elijas este ocupa uno o mas segmentos de la barra, por ejemplo, Piro ocupa un segmento mientras que Piro++ ocupa 3. Una vez que la barra esté llena del todo el personaje ejecutará las ordenes que ha recibido, aunque las ordenes las hayas decidido enseguida tendrás que esperar a que la barra este llena por completo para que le personaje las ejecute.

El juego te da la opción de elegir tu mismo las habilidades que quieres usar en cada "turno" o de hacerlo de modo automático, con la teórica mejor elección para cada situación, lo cierto es que en cualquiera de los casos el sistema se me antoja muy poco profundo y en pocos momentos tienes la sensación de tener control real sobre la batalla. Donde si adquiere un toque mas profundo el sistema de combate es en las formaciones de equipo, cada personaje puede tener asignado un rol, ataque físico, ataque mágico, apoyo, protector... y puedes crear varias formaciones en las que asignar que papel quieres que desempeñen los personajes en la batalla. Durante los combates solo podremos manejar a un personaje, el determinado lider, mientras el resto actua por su cuenta, sin embargo en cualquier momento del enfrentamiento podremos cambiar el lider del grupo y así poder hacerse con el control del mismo.




En cualquier momento del combate puedes pulsar L1 y elegir la formación que mas se adecue a la batalla lo que le da un toque estratégico, aunque si bien es cierto que el en la gran mayoría de los combates puedes ignorar cualquier tipo de estrategia y limitarte a dar al automático todo el rato. Al final el sistema de combate acaba tornándose tedioso y repetitivo, la escasa profundidad del mismo y la posibilidad de dejar que el sistema elija por ti le acaba pasando factura. Si bien hay un añadido interesante, de vez en cuando al eliminar a un enemigo dejará un cristal, cuando lo haga podremos utilizarle como compañero de combate y subirle de nivel con determinados objetos, una mezcla entre Pokemon y los MAGs de Phantasy Star Online, además tiene su propia barra de "límite" llamada "sincronía".


Se han añadido algunas secuencias QTE a los combates, no son demasiado habituales pero en los enfrentamientos contra enemigos poderosos llegará un momento en que tendremos que superar una secuencia interactiva. Si bien no son tan monótonas como en otros títulos, en algunos QTE hay varias opciones, y están mejor implementadas de lo esperado no deja de chirriar el uso de este tipo de "truco jugable" en un Final Fantasy. También los "limites" de nuestras mascotas se realizarán con pequeños QTE.


El sistema de subida de niveles, que también se mantiene del anterior título, es bastante peculiar, tras acabar los combates se nos entregaran puntos de cristal, estos puntos se usaran en el Cristalarium, un tablero en el que subiremos las habilidades de los personajes. Las habilidades se subirán según el rol que queramos darle al personaje, así que simplemente nos limitaremos a elegir que tipo de rol queremos potenciar, las habilidades que aprenderemos y la subida de estadísticas será automática dejando nulas opciones de personalización. Una vez mas el juego peca escasa profundidad, mas allá de decidir que roles queremos potenciar no tenemos mas influencia en el desarrollo del personaje.


Al acabar una de las distintas partes que forman el Cristalarium se nos dejará elegir un extra, puede ser potenciar uno de los roles que estamos subiendo, añadir segmentos a la barra BTC, desbloquear otros roles o poder equiparnos con mas objetos. El equipo también esta reducido a la mínima expresión, podremos adquirir armas de vez en cuanto y el personaje se puede equipar con hasta 4 objetos entre los que tampoco hay una gran variedad. Como en todos los aspectos del juego tienes la posibilidad de automatizar el sistema, dejando que el juego elija automáticamente el mejor equipo para el rol de tu personaje, pudiendo dar prioridad al ataque físico o al mágico, potenciar la vitalidad máxima...


Pero a pesar de los discutibles sistemas de combate y de subida de niveles, heredados del anterior título, y de que en algunos momentos el desarrollo del juego puede tornarse algo caótico el juego entretiene y divierte. La mayor libertad de acción, el mejor desarrollo de la línea argumental y sobre todo la mayor variedad de situaciones le dan un plus bastante significativo en comparación con Final Fantasy XIII. Puede que todavía esté lejos de lo esperado de un título de estas características pero desde luego es un paso adelante con respecto a la anterior entrega.



Hay varios minijuegos en la aventura
Gráficamente el juego nos muestra escenarios muy bellos y variados junto con unos personajes y enemigos con un diseño solido y convincente mas allá de las preferencias estéticas que tenga cada uno. Desgraciadamente en algunas zonas con mayor carga gráfica, como cierta ciudad que vistamos, bastante amplia y llena de gente y luces de neón, el motor gráfico se resiente y la tasa de framerate baja de manera mas que palpable, en la mayoría del juego no pasa esto, ni siquiera en las batallas mas cargadas ni en las escenas QTE donde el juego mantiene el tipo y funciona con una fluidez mas que aceptable. También es cierto que hay algún que otro detalle, como el efecto de las gotas de lluvia en la cámara, que no está del todo bien conseguido, pero repito que en general el juego mantiene muy bien el tipo.

El apartado sonoro está bastante cuidado, los efectos y el doblaje están a muy buen nivel, pero sobre todo se nota el mimo que se le ha puesto al apartado musical, con piezas que acompañan muy bien a cada zona del juego, incluidas algunas piezas vocales, y que son agradables mas allá de las preferencias musicales que uno tenga. No soy un gran fan del J-Pop, mas bien nada fan, pero lo cierto es que el estilo le viene como anillo al dedo y contribuye a dar forma a la personalidad del juego, también hay zonas con temas algo "chill out" que recordarán de nuevo a Phantasy Star Online, lo cual no es nada malo, de todos modos hay algún arreglo a alguna canción clásica de la saga que es para hacérselo mirar, pero el apartado general está a bastante buen nivel.


Final Fantasy XIII-2 es un juego entretenido, con un desarrollo interesante y que podía haber dado mucho más de sí con un sistema de combate y de subida de niveles más complejo y profundo alejado de lo visto en la anterior entrega. Mejora mucho la experiencia de Final Fantasy XIII pero sigue quedándose algo lejos de lo que cabe esperar de un Final Fantasy, eso si, parece que Square-enix está empezando a enderezar el camino de la saga de nuevo.